Ya no busco respuestas al final de mi vida, porque están todos frente a nuestras narices, entre malezas y hierba mala, están ahí presentes guiándote como flores perfumadas para que las encuentres.
Insistimos en crear laberintos y como ratones corremos por ellos buscando una salida. Pero me pregunto ¿Acaso una hormiga sabe que hay más allá de su mundo? ¿Tendría la capacidad de entender el mundo desconocido del que minúsculamente es parte?
si lo hiciera ¿Qué clase de Dios vería en mí?.
Una gigante que puede decidir aplastar su vida sin considerar si ella vale la pena o no. ¿Qué influencia puede tener su vida en la mía? ¿Acaso soy una hormiga en otro mundo que desconozco?
Mi comprensión del mundo a través de mis pensamientos es frustrante y muchas delirante, tal vez las cosas son más simples de lo que imagino, un dejo biologicista y mucho de percepción y emoción, son mis herramientas para transitar un tiempo humano en una delicada y frágil tranquilidad. Me dejo llevar por la existencia que vivo, tratando de no ahogarme en mis preguntas existenciales. ¿Qué sentido tiene desperdiciar mi humanidad quejándome de mi miserable condición biológica y material? Prefiero seguir adelante y ver con mi propia experiencia el ser en el Aquí y ahora.
La letra es palabra hecha líneas y símbolos, se funde con el color y las imágenes. Arbitrariamente, sin reglas con total capricho diseñé este pequeño mundo.